La energía mueve el mundo y en los últimos siglos, el mundo se ha movido gracias primeramente al carbón, después al petróleo y actualmente a una mezcla entre el petróleo y el gas natural. España no cuenta con ninguno de los anteriores recursos energéticos, por lo que ha tenido que importarlos, con un inmenso coste para el país y los ciudadanos, igualmente importante son los riesgos geoestratégicos, que como hemos visto con la guerra de Ucrania tiene inherente esta dependencia energética total.
En estos momentos las tecnologías más baratas para producir energía eléctrica son las renovables y en un país con el recurso solar como España, es la energía fotovoltaica. En consecuencia, España tiene una oportunidad histórica y única que no podemos desaprovechar. Por nuestra situación geográfica, contamos con el doble de recurso solar que otras latitudes del norte de Europa, por lo que podemos tener una energía eléctrica de origen solar a mitad de precio que otros sitios de Europa, lo que nos da una ventaja competitiva inigualable. Tenemos una oportunidad única para seguir siendo líderes en la industria renovable, pero además reindustrializar el país; gracias a la implantación de industria electro intensiva, atracción de nueva industria como las gigas factorías de baterías, los centros de datos y toda la nueva industria digital que se está creando, y donde en Aragón, y gracias a la disponibilidad de energía barata, estamos siendo punta de lanza.
La energía solar fotovoltaica, en un sitio como España, es la forma más barata de producir energía. Esto es posible, gracias a la increíble bajada de costes y avances tecnológicos, que ha habido estos últimos años. Un parque solar fotovoltaico actual cuesta 10 veces menos que hace veinte años y ocupa seis veces menos de superficie. Y si hablamos de los paneles solares, los actuales, que tienen más rendimiento y eficiencia que los antiguos, cuestan cuarenta veces menos que los de hace veinte años. Sin embargo, la energía fotovoltaica es todavía una energía joven si la comparamos con la hidroeléctrica, ciclos combinados o la eólica y en consecuencia tiene un gran potencial de mejora. Hay una intensa inversión en I+D+I en toda la cadena de valor del sector solar, por ejemplo en los paneles solares las innovaciones tecnológicas en nuevos materiales que ya se han testado en los laboratorios prometen seguir con la senda de reducción de costes y mejora de la eficiencia. En IASOL estamos desarrollando y trabajando con varios proyectos de I+D para abaratar el montaje de los parques solares.
Todas estas ideas se confirman con datos los de implantación y penetración de energía solar, que son impresionantes. La energía fotovoltaica es la energía que más está creciendo a nivel internacional, de hecho, en el 2023, la instalación global de energía solar representó el 75% de la nueva capacidad renovable y el 60% de la nueva generación. Actualmente la energía solar, pese a ser una tecnología muy joven, ya cuenta con más potencia instalada que la hidroeléctrica. A nivel global, China es el mercado más grande con 662 GW instalados, EU el segundo con 268,1 GW y USA el tercero, con 169,5 GW de potencia (datos a cierre de 2023).
España es el segundo país de Europa en potencia fotovoltaica instalada, después de Alemania, con 32,11GW sin contar autoconsumo, donde ya hay 8GW en funcionamiento. Esto supone el 25% de la potencia instalada. Hay que subrayar que el año 2018 contábamos con menos de 6 GW de potencia instalada, por lo que se ha multiplicado por más de 5 veces en seis años. Es más, se espera que el mundo instale 4.000 GW nuevos de energía fotovoltaica de aquí al 2030.
Una de las ventajas de la energía solar, que la hace única y singular, es la cantidad de aplicaciones que tiene. La misma tecnología que hace años se aplicaba para satélites, es la misma que ahora: da energía a una antena de radio aislada en una montaña, a una casa para ahorrar energía de la red, a un gran parque de generación solar de miles de Ha, a la instalada sobre flotadores en una granja de riego, o incluso permite que en el desierto se hagan explotaciones agrícolas gracias a la sombra de los paneles solares. La versatilidad es impresionante pero es que, además, habrá muchas nuevas aplicaciones que están por llegar y que en este momento ni siquiera se nos han ocurrido.
Otra de las ventajas de la energía solar es que, instalada en casas o industrias, en la red interior, es decir, como autoconsumo, disminuye el transporte de energía y en consecuencia las pérdidas del sistema eléctrico, así como la inversión en redes de distribución. Si además está instalada sobre los techos, anula el impacto visual y paisajístico de las instalaciones y finalmente hace que todos podamos ser actores de esta transición energética, democratizando la energía.
El principal reto actual, al igual que con otras energías renovables, es como integrar una energía intermitente con un consumo constante de energía. En ese sentido, el almacenamiento de energía va a tener un papel decisivo en el incremento de penetración de la energía fotovoltaica en el mix energético. Y su curva tecnológica y bajada de precios está siendo muy parecida a la que hace diez años tuvo la energía fotovoltaica.
Como conclusión, por ser la forma de generación de energía más barata en España, por tener todavía un importante margen de mejora tecnológica y por la diversidad de aplicaciones de la misma, la energía solar va a ser el actor principal en el reparto de la transición energética de España y del mundo.